Nadie te había invitado





Pocas veces nos damos el lujo de conocer en profundidad el proceso creativo de una obra. Entendemos que nuestra relación como público se limita a ese cuerpo a cuerpo de la función donde se ofrece un resultado. Y sobre ese resultado opinamos. Una pena, porque es mucho lo que puede ofrecer el análisis de construcción, el desmontaje de una obra. En estos momentos en los que la escena teatral porteña atraviesa una crisis que poco tiene que ver con la capacidad de sus creadores y mucho con la ausencia de una política estatal que favorezca mínimamente su continuidad, no hay estreno que no aporte la posibilidad de encontrar una lección tan singular como generosa de cómo seguir defendiendo lo que sabemos imprescindible. Sería bueno poder, no sólo ver más obras, sino dialogar con sus artífices. En el intercambio de anécdotas sobre cómo se logra lo imposible encontraríamos quizá la posibilidad de descubrir otros modos de seguir caminando juntos. 

Nadie te había invitado, nueva obra de Pablo Bellocchio junto al Colectivo Lascia, ejemplifica todo eso. Se estrena después de más de un año de ensayo y, lejos de sucumbir a la miseria coyuntural, apuesta por una producción con seis actores donde se aprecia la valorización de cada elemento. La escenografía, diseñada por Pablo Calmet y realizada por Mariano Sivak, es tan efectiva como sintética y detallista. El uso de la iluminación favorece ese criterio y abre un afuera escénico donde los personajes enfrentan situaciones que los muestran en una tesitura muy distinta a la elegida como núcleo de la trama, un reencuentro entre viejos amigos que nunca termina de ser lo que parece. El elenco mantiene con solidez una propuesta coral donde se los desafía a habitar colores muy distintos.

El texto, premiado como mejor dramaturgia por Teatros del Mundo el año pasado, presenta a unos personajes atravesados por la desesperación ante la falta de recursos económicos. Sus problemáticas dispares recorren un espectro que va desde lo patético a la más urgente de las necesidades. Cada tanto un toque de cinismo permite que el público pueda reír ante lo mucho, lo demasiado que reconoce en ellos. Esta producción del Colectivo Lascia se abre como una ventana a nuestros días. Podríamos decir que es una ficción construida con las ruinas macristas y habilitar la reflexión sobre el modo en que la realidad impregna cuanto somos y hacemos. Pero la propuesta va más allá. Bellocchio actualiza el pasado inmediato del país recordándonos la consigna insoslayable de estos tiempos: “todo es política”. Si hacer teatro es una forma de resistencia, hacerlo desde un colectivo de trabajo y alumbrar una obra que apunta a lo peor del presente mientras recuerda, y sin duda advierte, sobre el penoso derrotero de los acontecimientos conocidos, es sin duda una hazaña. Nadie te había invitado llega casi como un ruego del que nos sabemos parte: no dejemos que la historia se repita. Su absoluta vigencia inquieta porque, una vez más, parece ser demasiado tarde. Ojalá nos equivoquemos. 




Nadie te había invitado

Dramaturgia: Pablo Bellocchio.
Actúan: Rodrigo Bianco, Fernando Del Gener, Jimena López, Malena López, Nicolás Salischiker, Mariví Yanno. 
Vestuario: Gina Michienzi. 
Escenografía y diseño de luces: Pablo Calmet. 
Realización escenográfica: Mariano Sivak.
Fotografía: Nacho Lunadei. 
Diseño gráfico: Rodrigo Bianco. 
Asistencia de dirección: Ángeles Fernández.
Producción: Lascia Colectivo De Trabajo, Pablo Bellocchio, MarivíYanno.
Dirección: Pablo Bellocchio.


Sábados 21h 
El Método Kairós
El Salvador 4530