Sol Soto








Escenógrafa, artista plástica, ilustradora. 


¿Cómo te definís profesionalmente?
Suelo decir que soy escenógrafa. Pero me han llamado artista plástica, artesana, fotógrafa, seño, ilustradora, decoradora...
¿Sabés por qué te dedicás a esto?
Porque fue lo que mejor me salió, supongo.
¿Qué disciplinas resultaron fundamentales en tu formación?
Muchas. Estudié todo lo que pude y traté de aprender de cada persona que se prestó a pasarme conocimientos.
¿Qué es lo más útil que te ha enseñado tu trabajo?
Que en algún momento hay que decidir que está terminado y mostrarlo.
¿Y lo más hermoso?
El trabajo en equipo siempre es más placentero y da mejores resultados.
¿Cuáles considerás que son tus principales fuentes e influencias creativas?
Todo lo que veo, lo que escucho, lo que leo… Todo eso se mete en la licuadora de la cabeza y sale en un collage de imágenes.
¿Qué es lo que más te duele a la hora de ejercer tu vocación?
La crítica sin amor.
¿Crees haber sacrificado algo importante para dedicarte a esto?
Tal vez perdí algunos momentos con amigos o familia por estar sumergida en algún proyecto. Pero traté de compensarlo como pude.
¿En cuántos proyectos laburaste el año pasado?
Ay, no sé…
¿Todos llegaron a mostrarse o estrenarse?
Algunos sí, otros están por, y muchos tal vez no encuentren su momento.


¿Cuántos te esperan ahora?
En principio estoy abocada a editar el resto de los libros que acompañan a Florece. En paralelo se suman otras cosas de teatro.


¿Cuál es el proyecto al que dedicaste más tiempo hasta la fecha?
No lo sé, pasé mucho tiempo haciendo realizaciones para cine o publi, otras haciendo escenografías de teatro, siempre dibujando y pintando, haciendo fotos. Imposible dividir las horas.
¿Cómo lo recordás? ¿Qué hubo de bueno y de malo?
Todo lo que hice lo recuerdo con felicidad. Porque si hubo algo en su momento que no me hizo disfrutar, es seguro de lo que más aprendí.
¿Vivís de lo que amás o tenés otra actividad que ayuda a pagar las cuentas?
Vivo de lo que amo, tengo mucha suerte por ahora.
¿Con qué otras artes te relacionas habitualmente?
Con todas, todas me influyen y las disfruto. La que más se me escapa es la música, algún trauma de las clases de solfeo de chica, creo.
¿Qué es lo más absurdo que has hecho por amor al arte?
Sonreír sin ganas.
¿Hay algo que no volverías a hacer?
No, todo sumó.
¿Qué estás leyendo?
Ahora mismo nada.
¿Qué autores recomendás siempre?
A Berthold Brecht y a Lewis Carroll. Los adoro.
¿Qué películas volvés a ver una y otra vez?
Stars Wars.
¿Qué artistas – de cualquier ámbito - te resultan imprescindibles?
Se me hace injusto elegir nombres. Este mundo no puede prescindir es de los artistas, cualquiera que sea su arte, hasta los que no entiendo.
¿Qué buscás en la gente con la que elegís laburar?
Que me caigan bien y que tengan ganas.
¿A qué profesionales de tu ámbito seguís de cerca?
De cerca a ninguno, de lejos para que no me vean.
¿Con quién hablás sobre tu trabajo? ¿Pedís consejo o asesoramiento a alguien de confianza?
Depende del proyecto.


¿Pedís subsidios para tus proyectos?
No. Debería empezar.
¿Por qué?
Para poder hacer más cosas.
¿Por qué vivís en Buenos Aires?
No sé, traté de irme un par de veces, pero volví.
¿Hay algún viaje que marcara un antes y un después en tu trabajo?
Sí, un viaje de trabajo a República Dominicana, hacía el arte en un reality. Cuando volví todo lo que quería era hacer teatro.
¿Cuándo te das cuenta de que tenés un nuevo proyecto entre manos?
Cuando aparece la propuesta de afuera, sé que me tengo que poner a laburar. Si es un proyecto personal cobra fuerza cuando me acuesto y me levanto pensando solo en eso.
¿Sentís que tenés un sistema personal de trabajo?
Sí, claramente. Pero lo voy transformando y adaptando.
¿Qué hay en tu lista de cosas pendientes?
Decorar todas las fachadas de edificios horribles de la ciudad.
¿Tenés un panorama claro de lo que vendría siendo tu trayectoria?
Es como uno de esos ovillos de lana de muchos colores.
¿Qué es lo que más te preocupa en tu futuro?
Que no sea largo.
¿Qué hacés cuando no estás trabajando?
Estoy con la gente que quiero o trato de viajar.
¿Si no te dedicaras a esto qué estarías haciendo?
No estaría siendo.