Breve ejercicio para sobrevivir



Por esas cosas afortunadas de la vida en el arte tuve la suerte de ver la versión española de esta exquisitez dirigida por Lautaro Perotti en su versión madrileña. Santi Marín compartía escena con Bárbara Lennie. La magia de aquella función quedó plasmada acá: http://mecagoenlabohemia.blogspot.com.ar/2014/01/breve-ejercicio-para-sobrevivir.html

Ahora, por fin, el off porteño recibe esta joya con la que muchos se identificarán. Quizá un poco más el inmenso gremio teatral, sí, porque la vocación actoral y sus encrucijadas están muy presentes en su argumento pero, en realidad, donde habla de teatro bien sabemos que cada espectador ubicará su propio desafío, su sueño, su deseo. El otro gran ingrediente de la obra es el amor. Su imposibilidad. La incomunicación absoluta con alguien que lo es todo para uno.

En Buenos Aires la actriz que acompaña a Marín es Marina Bellati, admirada muchas meses por su comicidad, sorprende acá con la composición de una mujer tan enérgica como impotente. Aguda y limitada en su vano esfuerzo por defenderse de todo. Del afuera, el pasado, el presente y el amor. Santi Marín recupera y profundiza todos los hallazgos de su personaje. Uno de los aspectos más interesantes de la dirección se encuentra en la importancia dada a la escucha, a lo que el otro hace en mí con sus palabras.

Breve ejercicio para sobrevivir tiene la virtud de aproximarse a muchas preguntas existenciales desde la inmediatez cotidiana, desde la bronca y la humanidad de sus personajes. El texto nos obliga a interrogarnos sobre nuestros miedos y pasiones. Qué hacemos con ellos. Cómo los amaestramos. En qué nos convierten.

Perotti se nutrió del universo de T. Williams para la creación de sus criaturas, pero hay un gran sustrato poético personal que habita el texto con imágenes inolvidables.

La puesta en escena goza de una intimidad reveladora que nos introduce de lleno en un departamento que se intuye oscuro, enorme y casi abandonado. Un espacio que reproduce el alma de quien lo habita. No es menor destacar que esta obra inaugura nueva sala en Timbre 4, ese teatro bendecido por las musas donde todos los rincones son potenciales escenarios. Esta sala, además, cuenta con el encanto de recordarnos la leyenda "timbrera". Ahí vivía Tolcachir hace unos años, antes de que el lugar fuera aula para terminar ahora, abracadabra, convertida en sala. Rizando el rizo el departamento de ella, esa casa en la que entramos en Breve ejercicio... está junto a un teatro, así que realidad y ficción se dan la mano en una suerte de continuidad histórica y transatlántica que nos hace augurar que el destino de esta obra ya tiene mucho escrito por delante.


Breve ejercicio para sobrevivir

Actúan: Marina Bellati, Santi Marín
Fotografía: Santiago Albanell
Prensa: Marisol Cambre
Producción: TEATROTIMBRe4
Dirección: Lautaro Perotti

Timbre 4. 
Boedo 640
Sábados 20h. y domingo 21.15