Brook

En cuanto algo entra en una categoría, está mal: encasillar las cosas mata la vida, igual que sucede con una mariposa. En cuanto un alfiler atraviesa la mariposa, ya no es una mariposa. Es una mariposa muerta. Para llevar a escena una obra de Shekaspeare, uno sabe que es difícil evitar la trampa: impone un esquema mental, una idea. Por ejemplo, un actor que va a interpretar a Hamlet con una idea - "creo que Hamlet era la clase de hombre que..."- puedes estar segura de que eso ya a destruído a Hamlet, porque siempre hay que acercarse a las cosas al revés, llegando a una definición desde dentro mediante la exploración y el descubrimiento. Y, en cuanto llegas a la definición, sabes que la obra está muerta, así que tienes que romper la definción y volver a empezar.

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No, no puedo hablar de las cosas reales y centrales que sólo se pueden expresar a través de la producción. Porque el motivo de hacer una producción es porque uno no puede decir lo que uno tiene que decir con palabras. Con palabras sólo se puede decir hasta cierto punto, y luego montas una producción. Por eso hay un abismo completo que los académicos y la persona teatral práctica no pueden llenar en relación a Shekaspeare, el idioma legítimo, no es la discusión, la descripción, el análisis. Es haciendo las obras como se descubren sus secretos, en la interpretación. Una vez que eso ha sucedido, puedes, como los demás, hablar de lo que crees que hay ahí. (p. 177)

Conversaciones con Peter Brook.
Margaret Croyden, Alba ed. Barcelona, 2005.