"Por la razón que sea, en algún momento, uno deja de creer en el teatro, pero el teatro cree en uno, y no queda más remedio que seguir y ser obediente, porque, en definitiva, ahí está nuestra búsqueda. En ese lugar nos reencontramos, y por ahí hallamos belleza en lo que también antes considerábamos bello".
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... el actor, como el director y el autor deben desaparecer y dejar que aparezca la obra. El teatro es una manera de pasar por la vida y un ejercicio de obediencia y humildad.
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F. P. S.: –Hemos tratado de cambiar un poco más, pero no hay manera...
E. C.: –No estoy de acuerdo con Paco. Hay diferencias. Este trabajo es un punto de ruptura, aunque sigamos expresando lo que de verdad nos toca: la muerte, las devastaciones del tiempo...
F. P. S.: –Es cierto que la atracción por el objeto es distinta y hay muy pocos elementos sobre el escenario.
E. C.: –Tampoco los objetos tienen la belleza de las obras anteriores.
F. P. S.: –Llegamos a pensar que esos objetos se estaban poniendo de moda.
E. C.: Que se habían transformado en decorado de escaparates, como el avioncito de Futuros difuntos o el caballito del carrusel de Ni sombra de lo que fuimos. Cuando los objetos se vulgarizan no sirven. Como en todo, la estética es mudable, la poética no.