El título ya es toda una advertencia. Un primer guiño para el espectador avisado de que la obra no es una más. De que es un juego dentro de un juego que juega a jugar. Algo así.
Melisa Hermida apuesta por una mezcla de códigos y lenguajes formales que combina con tanto éxito como humor e inteligencia. No hace mucho comentábamos el agotamiento que cada tanto nos provoca el excesivo realismo mal entendido y peor digerido. Memoría de un gesto llega a la cartelera para sacudirnos esa abulia, para obligarnos a ver de otra manera, a reírnos con los delirios de la forma, con la excelencia de la caricatura y los tópicos de varios géneros remixados.
¿Es una historia de espías? ¿Es una historia de amor? ¿Una de amor entre espías? ¿Una de espías imposibles que se enamoran? ¿Una de enamorados espías que se pierden? Ponele. El argumento es una excusa para que durante un rato compartamos su mundo. Un mundo que se nutre de recuerdos de infancia, donde se vislumbra a lo lejos la sombra alargada del superagente 86, los malos de las pelis de Bond, esos inventores de absurdos al servicio de un país cualquiera pergeñando códigos secretos, ese mundo de la Guerra Fría donde todo se resolvía o podía irse al garete apretando un botón ruso o norteamericano. Algo de todo eso. Y más.
Memoría de un gesto (Nada extraño) deja intuir un compactísimo y potente equipo de trabajo en cada rubro. La escenografía y vestuario de Gonzalo Córdoba, la iluminación de Omar Possemato, las coreografías de Mariano Balloni, las proyecciones... todo beneficia, acompaña, expande en grado sumo el universo bizarro al que se nos invita.
Mención aparte merece la dirección y el trabajo de los actores. El esperpento, el expresionismo y el humor son arduos de manejar y sostener bajo control y potentemente. Todos ellos lo logran con soltura y grandilocuencia atravesando y generando situaciones delirantes que arrancan potentes carcajadas en la platea.
No se la pierdan.
Sábados 23.30 en Timbre 4. Boedo 640.
Memoría de un gesto (Nada extraño)
Texto y dirección: Melisa Hermida
Actúan: Mario Bodega, Inés Cejas, Tulio Gómez Álzaga, Magdalena Grondona, Fabián Ruiz Verlini, Fernando Sala, Ana Scannapieco.
Vestuario y escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez.
Iluminación: Omar Possemato.
Realización de vestuario: Pamela Peluso.
Asistencia de dirección y producción: Fernando Rodil, Sebastián Romero.
Coreografía: Mariano Balloni.
Melisa Hermida apuesta por una mezcla de códigos y lenguajes formales que combina con tanto éxito como humor e inteligencia. No hace mucho comentábamos el agotamiento que cada tanto nos provoca el excesivo realismo mal entendido y peor digerido. Memoría de un gesto llega a la cartelera para sacudirnos esa abulia, para obligarnos a ver de otra manera, a reírnos con los delirios de la forma, con la excelencia de la caricatura y los tópicos de varios géneros remixados.
¿Es una historia de espías? ¿Es una historia de amor? ¿Una de amor entre espías? ¿Una de espías imposibles que se enamoran? ¿Una de enamorados espías que se pierden? Ponele. El argumento es una excusa para que durante un rato compartamos su mundo. Un mundo que se nutre de recuerdos de infancia, donde se vislumbra a lo lejos la sombra alargada del superagente 86, los malos de las pelis de Bond, esos inventores de absurdos al servicio de un país cualquiera pergeñando códigos secretos, ese mundo de la Guerra Fría donde todo se resolvía o podía irse al garete apretando un botón ruso o norteamericano. Algo de todo eso. Y más.
Memoría de un gesto (Nada extraño) deja intuir un compactísimo y potente equipo de trabajo en cada rubro. La escenografía y vestuario de Gonzalo Córdoba, la iluminación de Omar Possemato, las coreografías de Mariano Balloni, las proyecciones... todo beneficia, acompaña, expande en grado sumo el universo bizarro al que se nos invita.
Mención aparte merece la dirección y el trabajo de los actores. El esperpento, el expresionismo y el humor son arduos de manejar y sostener bajo control y potentemente. Todos ellos lo logran con soltura y grandilocuencia atravesando y generando situaciones delirantes que arrancan potentes carcajadas en la platea.
No se la pierdan.
Sábados 23.30 en Timbre 4. Boedo 640.
Memoría de un gesto (Nada extraño)
Texto y dirección: Melisa Hermida
Actúan: Mario Bodega, Inés Cejas, Tulio Gómez Álzaga, Magdalena Grondona, Fabián Ruiz Verlini, Fernando Sala, Ana Scannapieco.
Vestuario y escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez.
Iluminación: Omar Possemato.
Realización de vestuario: Pamela Peluso.
Asistencia de dirección y producción: Fernando Rodil, Sebastián Romero.
Coreografía: Mariano Balloni.