El teatro (también) es una trinchera de la memoria, la de
todos. Elegir el pasado, cualquier pasado, como carne de cañón es siempre delicado. Nuestros trabajos son puntos de vista, tan parciales como
interesados por la cuestión. La conciencia sobre el valor de la temática tiende
a llenarnos de reparos y prejuicios. ¿Qué se puede (volver) a contar sobre lo
conocido? ¿Y cuál es el principal objetivo de esa obra? ¿Se aprende algo realmente de la Historia mayúscula en
una sala de teatro? Estas y otras cuestiones de esa índole enfrentó, sin
duda, el equipo creativo de Facfolc durante su proceso de ensayo.
Facfolc es una obra sobre Malvinas, un homenaje que, en
estos días de desgobierno, adquiere una urgencia necesaria. Mientras el Estado desfigura
el mapa y, tan literaria y literalmente, borra las islas de la geografía argentina en uno de sus
muchos lapsus, el teatro independiente, una sala mínima, una cooperativa chica,
nos cita para reescribir los hechos. El pasado aún no está escrito. La historia oficial no nos incluye. El teatro sabe todo sobre dar voz a quienes nunca tuvieron. El imaginario del soldado tiende a presentarse de forma
parecida en nuestras mentes de civil, no obstante, toda guerra es única en su
espantoso modo. No hay dos muertes iguales, aunque haya millones ignoradas. En ese terreno es donde la obra crece de mano de sus personajes.
Facfolc cita Malvinas pero los soldados, pibes jugando a ser hombres de acción,
jóvenes esperanzados con un destino mejor que se convierten en carcasas sometidos bajo la fuerza bruta de las circunstancias, esos soldados,
se abrazan con los de cualquier conflicto bélico.
El texto elige anécdotas triviales para presentarnos a su
personaje principal, Antonio. Su recuerdo detenido en sus últimas horas en casa, es la guía de un relato que, de a poco, se abre hacia la intemperie del campo
de batalla. La puesta es despojada pero expresionista. Las actuaciones combinan
la organicidad con la precisión coreográfica. Las repeticiones
exploran la confusa representación de la mente. ¿Qué detalles son los que se
fijan, como esquirlas de metralla, al recuerdo? Los actores comparten una voz y
prestan su cuerpo a todos los personajes que el relato suma.
Una obra compleja que logra sacar partido a los mecanismos
teatrales para aproximarnos a una temática sobre la que queda mucho por decir y todo por recordar.
Facfolc, un manto de neblina
Actúan: Cristian
Aguirre, Guido Díaz, Guillermo Mac
Donell
Fotografía: Gustavo
Marión
Entrenamiento corporal
y coreografía: Julie Cristal
Asistencia de dirección: Ángeles
Clavijo
Coreografía: Julie Cristal
Texto y dirección: Fernando
Locatelli
Sábados 22.30
Kowaslki Club de Cultura
Billinghurst 835