Sola no eres nadie

Creemos que sabemos cómo funciona, trabajamos dentro y fuera del escenario, actuamos, dirigimos, disfrutamos los ensayos como el territorio donde nos sabemos persona, donde encontramos sentido a lo poco que somos. Creemos amar el teatro, nos hace bien, decimos, nos ordena y obliga. Nos da algo parecido a la felicidad. No importa cuánto creamos entenderlo o cuánto nos sintamos parte. El teatro siempre encuentra un modo de recordarnos que sí, es todo eso, pero aún puede ser más. Mucho más. Y necesita menos, mucho menos. 

El escenario es un campo minado. Apenas un actor lo pisa y/o abre la boca, el amor puede nacer. O terminarse. Anoche, apenas Mariano Mazzei lo cruzó para buscarnos, vimos a una persona - no un personaje, sino una persona - con el corazón en la mano y una historia que contar. Mazzei le presta su cuerpo a ella, una ella que se despide de él, para nacer en la quietud del campo. Un él que no precisa más que un vestido rosa para dar luz a la mujer que siempre fue. Una ella para quien unos pendientes de perlas pueden ser la diferencia, la belleza o la felicidad y también la soledad, el recuerdo, la pena inconsolable. 

Sola no eres nadie aborda la temática de la identidad sexual con un texto poético donde se sintetizan los infinitos derroteros de un alma enfrentándose a sus miedos y mostrándose al mundo tal cual es, aunque el mundo se niegue a verla y la desdibuje a su manera. 

El trabajo de Mazzei bajo la dirección de Ana Alvarado es delicado y preciso. Su mirada, su voz y su cuerpo se ofrecen con generosidad y excelencia para albergar el relato. No solo la encarna a ella, también nos presenta, haciendo alarde de una expresividad creativa y orgánica, a los otros personajes cruciales en la historia. Un cambio de voz, una forma de mirar, una mano que se quiebra... Tan simple de decir y tan difícil de lograr. Una composición exquisita sobre un escenario prácticamente vacío que el actor ilumina una y otra vez. 

No hay que temer el tantísimas veces anunciado fin del teatro, mientras haya un solo actor con la necesidad de contar una historia, sobrevivirá a cualquier cosa que le hagamos. 



Sola no eres nadie

Texto: Natalia Villamil.
Actúa: Mariano Mazzei.
Vestuario y escenografía: Valeria Cook.
Diseño de luces: Jessica Tortul.
Música: Gustavo García Mendy.
Fotografía: DeadossolerVeronese, Christian Inglize.
Asistencia de dirección: Guillermo Aragonés, Gabriel Guz.
Prensa: Carolina Alfonso.
Producción: Gabriel Guz.
Dirección: Ana Alvarado.


La Carpintería
Jean Jaures 858

Domingos 18.30