Otra vez lunes. Crónica autómata



"Una vez fui de ella", dice él. Y ahí nomás algo tiembla en nuestro andamiaje de espectador a salvo en la platea. Hay otras frases, pero elegimos esa. La nueva obra del Colectivo Lascia, con dramaturgia de Pablo Bellocchio y dirección compartida en esta ocasión con Cecilia Grüner, sintetiza cotidianidades con los que inevitablemente nos reconocemos. Tropezamos con nosotros en ellos. Los actores nos prestan cuerpo y voz en una coreografía que señala las peculiaridades infames del mundo que nos rodea. El presente es idéntico a cualquier pasado - al de Metrópolis o Tiempos Modernos - y encaja perfecto en aquel futurible que el cine de nuestra infancia aventuraba. Otra vez lunes logra, con una partitura metonímica y reiterada, no sólo que recibamos el relato que nos cuenta, sino que nos quedemos pensando en todo lo que no dice. 

¿Vivimos o nos viven? ¿Tenemos o nos tienen? ¿A dónde y a quiénes pertenecemos? Nuestro cuerpo, uno, torpe, imperfecto y agotado, arrastra su soledad entre rutinas impuestas. La repetición condena y castiga. Pagamos un precio exclusivo por ajustarnos al ritmo de la inercia que nos corresponde: la vida. Esa vida única que hipotecamos y abandonamos tantas veces porque no tenemos tiempo de vivirla. Estamos demasiado preocupados sobreviviendo. 

La obra desarrolla cuestiones que no pierden vigencia. La humanidad no parece capacitada para hazañas mejores. Retoma una constante temática y la habita con una dramaturgia fragmentada y elíptica que nos permite elaborar nuestro personal entramado. Los personajes no tienen nombre, todos son uno y, a su vez, cada uno es diferente. Las voces que nos guían son precisas. Estar no es suficiente. Las formas son la cáscara amarga del día. Alcanza con cambiar el ritmo, con detenerse un instante ante el espejo, para ver cómo la máscara se desmorona. El miedo nos habita. Somos el imperfecto reemplazo  de alguien y el ritual que nos permite sobrevivir es el mismo que terminará con nosotros. 

Son muchos los interrogantes que se abren a raíz de las imágenes textuales y físicas de la obra. Una puesta despojada, rítmica y sencilla, donde se intuye mucho del tipo de trabajo del Colectivo Lascia: hipótesis escénica investigada en grupo, tiempo de laboratorio, dudas miles y soluciones poéticas que finalmente determinan la mejor de las formas posibles para un contenido profundamente interiorizado por todos. 

El Colectivo Lascia viene trabajando desde 2012 con una constancia admirable, no sólo en lo que a su producción se refiere, sino en su compromiso con "la incertidumbre de la búsqueda", como afirma su programa de mano. Cabe destacar el valor añadido de esa unión grupal que desarrolla una metodología fortalecida con cada proyecto. Acostumbrados como estamos a la voraz dinámica de las fugaces cooperativas, resulta interesante aproximarse a creadores que han logrado establecer una dinámica tan particular y consistente. Si es cierto que el movimiento se demuestra andando y que, en efecto, "caminante, no hay camino" - como nos recuerda Bellocchio que afirmaba Machado- , se intuye que hay Lascia para mucho viaje. 




Otra vez lunes. Crónica autómata

Dramaturgia: Pablo Bellocchio.
Actúan: Florencia de la Fuente, Fernando Del Gener, Nicolás Dezzotti, Antonela Granati, Christian Inglize, Delfina Oyuela, Denise Rodríguez, Josefina Rotman, Marivi Yanno, Mariana Zarnicki.
Vestuario: Gina Michienzi.
Diseño de luces: Pablo Calmet.
Audiovisuales: Mara Rojas.
Música original: Jerónimo Duarte,
Diseño gráfico: Rodrigo Bianco.
Entrenamiento corporal :Cecilia Gruner.
Asistencia de dirección: Eloísa Colussi.
Producción: Lascia Colectivo de Trabajo.
Dirección de actores: Pablo Bellocchio.
Co-dirección Coreográfica: Cecilia Gruner.
Dirección general: Pablo Bellocchio, Cecilia Gruner.

Nün Teatro
Juan Ramírez de Velasco 419
Lunes 21h.