¿El amor es una ficción? ¿Quiénes somos en el amor? ¿El amor termina cuando empieza? ¿Nos enamoramos siempre de la misma persona? ¿Cuál es el cuerpo del amor?
Estas son las preguntas que aparecen en el programa de Maruja enamorada. Biodrama amoroso. Esos interrogantes abren un espectro de posibilidades infinitas. Si los mezclamos a buen ritmo en una coctelera tendremos tantas obras como agitadores, pero difícilmente lograríamos el estado de gracia que Maruja Bustamente ha sabido proporcionarle a su historia de amor y vida.
Los biodramas son búsquedas personales que apuestan alto por lo que cuentan. Y ojo, cuando escribimos "alto" no queremos decir, raro o extravagante o exacerbadamente oscuro. El material abordado implica de tal modo a los integrantes del proyecto que son muchas las instancias que deben pulirse para que se convierta en algo tan interesante como mostrable. No se trata sólo de habilitar el tiempo de muestra que todo espectáculo precisa, hay una genuina necesidad de compartir esa experiencia personal que se convierte en el motor vital de cada función. El biodrama anuncia: esto es parte de la vida de alguien y yo te lo cuento así, ahora. Aunque seguramente vos lo contarías de otro modo.
Como en todo relato el punto de vista y el orden elegido terminan por generar una ficción. El papá de Maruja sabía muy bien lo que decía cuando ella le contó de este proyecto. "Es tu versión de los hechos", le dijo.
Bustamante disecciona su corazón jugando con la erotomanía como motor, causa y excusa de sus saltos entre un amor y otro y los enmarca en su vida, ese relato interminable sólo visto en retrospectiva posee sentido. Es desde esa distancia temporal que Maruja puede contarnos, divertida, sincera y generosa, los aciertos, errores y recuerdos que dejó cada amor. Explica que ella, en el amor, no distingue entre realidad y ficción. Y deja sembrada en la platea la duda de si alguien podrá hacerlo. ¿Acaso no inventamos todos a un amado a la altura de nuestros deseos?
¿Qué amamos de aquellos con los que elegimos compartirnos? ¿Por qué termina el amor? ¿Por qué hay finales definitivos y otros se saben abiertos en canal para siempre? El amor es uno de tantos conceptos que todos creemos entender por más que nunca veamos dos definiciones parecidas. Sin embargo, todos compartimos algo: el amor nos vuelve idiotas. Una idiotez sublime que nos enorgullece exhibir.
Maruja canta las canciones que compuso para sus parejas, nos lee sus poemas, comparte el último recuerdo que posee de uno de ellos... Nos convertimos en la orilla de sus emociones. Compartimos su vulnerabilidad al tiempo que nos conmueve la valentía con la que logró darle forma creativa a cada desilusión.
Maruja enamorada es uno de esos trabajos a los que asomarse para conocernos un poco más a nosotros mismos. Mirarnos en el espejo y sonreír ante nuestros miedos y el absurdo de una vida empeñada en darnos demasiadas lecciones. Es un viaje al interior de una mente audaz y optimista que aún pareciera estar a salvo del escepticismo con el que tantas veces elegimos defendernos o alejarnos del amor posible.
En poco más de una hora tenemos la sensación de haber conocido a una mujer extraordinaria que nos abre las puertas de su casa y de su corazón. Y ya puestos, nos invita a merendar.
Vayan a conocerla. No se arrepentirán.
Maruja enamorada
Dramaturgia: Maruja Bustamante, Vivi Tellas.
Intérpretes: Maruja Bustamante, Ignacio Ocampo.
Fotografía: Nicolás Goldberg.
Diseño gráfico: Horacio Gallo.
Asistencia general: Nicolás Capeluto.
Producción ejecutiva: María Solari.
Dirección: Vivi Tellas.
Domingos 20.30
El Extranjero
Valentín Gómez 3378.
Estas son las preguntas que aparecen en el programa de Maruja enamorada. Biodrama amoroso. Esos interrogantes abren un espectro de posibilidades infinitas. Si los mezclamos a buen ritmo en una coctelera tendremos tantas obras como agitadores, pero difícilmente lograríamos el estado de gracia que Maruja Bustamente ha sabido proporcionarle a su historia de amor y vida.
Los biodramas son búsquedas personales que apuestan alto por lo que cuentan. Y ojo, cuando escribimos "alto" no queremos decir, raro o extravagante o exacerbadamente oscuro. El material abordado implica de tal modo a los integrantes del proyecto que son muchas las instancias que deben pulirse para que se convierta en algo tan interesante como mostrable. No se trata sólo de habilitar el tiempo de muestra que todo espectáculo precisa, hay una genuina necesidad de compartir esa experiencia personal que se convierte en el motor vital de cada función. El biodrama anuncia: esto es parte de la vida de alguien y yo te lo cuento así, ahora. Aunque seguramente vos lo contarías de otro modo.
Como en todo relato el punto de vista y el orden elegido terminan por generar una ficción. El papá de Maruja sabía muy bien lo que decía cuando ella le contó de este proyecto. "Es tu versión de los hechos", le dijo.
Bustamante disecciona su corazón jugando con la erotomanía como motor, causa y excusa de sus saltos entre un amor y otro y los enmarca en su vida, ese relato interminable sólo visto en retrospectiva posee sentido. Es desde esa distancia temporal que Maruja puede contarnos, divertida, sincera y generosa, los aciertos, errores y recuerdos que dejó cada amor. Explica que ella, en el amor, no distingue entre realidad y ficción. Y deja sembrada en la platea la duda de si alguien podrá hacerlo. ¿Acaso no inventamos todos a un amado a la altura de nuestros deseos?
¿Qué amamos de aquellos con los que elegimos compartirnos? ¿Por qué termina el amor? ¿Por qué hay finales definitivos y otros se saben abiertos en canal para siempre? El amor es uno de tantos conceptos que todos creemos entender por más que nunca veamos dos definiciones parecidas. Sin embargo, todos compartimos algo: el amor nos vuelve idiotas. Una idiotez sublime que nos enorgullece exhibir.
Maruja canta las canciones que compuso para sus parejas, nos lee sus poemas, comparte el último recuerdo que posee de uno de ellos... Nos convertimos en la orilla de sus emociones. Compartimos su vulnerabilidad al tiempo que nos conmueve la valentía con la que logró darle forma creativa a cada desilusión.
Maruja enamorada es uno de esos trabajos a los que asomarse para conocernos un poco más a nosotros mismos. Mirarnos en el espejo y sonreír ante nuestros miedos y el absurdo de una vida empeñada en darnos demasiadas lecciones. Es un viaje al interior de una mente audaz y optimista que aún pareciera estar a salvo del escepticismo con el que tantas veces elegimos defendernos o alejarnos del amor posible.
En poco más de una hora tenemos la sensación de haber conocido a una mujer extraordinaria que nos abre las puertas de su casa y de su corazón. Y ya puestos, nos invita a merendar.
Vayan a conocerla. No se arrepentirán.
Maruja enamorada
Dramaturgia: Maruja Bustamante, Vivi Tellas.
Intérpretes: Maruja Bustamante, Ignacio Ocampo.
Fotografía: Nicolás Goldberg.
Diseño gráfico: Horacio Gallo.
Asistencia general: Nicolás Capeluto.
Producción ejecutiva: María Solari.
Dirección: Vivi Tellas.
Domingos 20.30
El Extranjero
Valentín Gómez 3378.