SENCILLA

Cada tanto sucede. Cada tanto decidimos volver a confiar e ir a ver algo de lo que apenas sabemos nada. Alguien nos comenta que está bueno, que es la última función, que dicen que... Y cruzamos los dedos, nos encomendamos a San Judas y ahí vamos. Y, cada tanto, somos recompensados por ese acto de fe.

Agradecemos a todos los que azarosamente nos permitieron llegar y ser parte del público que disfrutó la última función (esperamos que regresen, que el boca a boca los reclame) de SENCILLA en Elefante Club Teatro el jueves pasado.

El programa quiere resumirnos algo que se intuye: "SENCILLA es parte de la intensa y breve historia de nuestra sala. Es parte de nuestra historia. SENCILLA es eso. Una obra pequeña y con humor. Un banco de plaza. Un farol. Dos actores. El humor necesario para continuar".

SENCILLA, de Lisandro Rodríguez y Santiago Loza, con dirección del primero, es uno de esos trabajos sustentados en el "menos es más". Un texto lúcido, íntimo y, sí, lleno de humor inteligente. Una puesta en escena contundente pero sintética que logra ser tan funcional como poética. Una dirección impecable y unas actuaciones vivísimas, cuidadas, precisas. Mariano Villamarín y José Escobar son Tilde y Prieto, esas dos mujeres a las que conocemos en su rato de descanso, su tiempo de cigarrillo, su media hora de soledad. La sala es pequeña, las distancias mínimas, y se nos permite ser espectadores privilegiados de una excelente composición de personajes donde somos testigos de ese prodigio que son los tiempos de pensamiento del personaje. Los gestos sutiles, las transiciones limpias, la respiración agitada, la mirada, los ritmos de la palabra. Nada es gratuito o borroso. Y todo, en conjunto, es un gran acierto.

Se intuyen muchas cosas sobre un montaje de estas características, valores que nutren el interés creativo de un grupo, la necesidad de encontrar un espacio propio al que invitar al mundo, la esperanza de que así sea pero, sobre todo, la importancia dada al trabajo, a las elecciones más personales que en tantos momentos del proceso se tornan absurdas, injustificadas. Poder reflexionar sobre algo más que el argumento o las actuaciones al salir de una sala es impagable.

Santiago Loza concluye en el programa: "SENCILLA es una obra muy querida por nosotros. Imperfecta y simple. Bonita como la muchacha que se arregla con cuidado para una esperada salida de franco turno. SENCILLA es un inicio, pero también una dirección, una puerta que se abre y que no sabemos a dónde nos lleva".

No dudamos de que esa puerta se abrirá de nuevo. No dejen de cruzarla.


Texto: Santiago Loza, Lisandro Rodriguez.
Dirección: Lisandro Rodríguez.

Actuan: José Escobar, Mariano Villamarin.
Vestuario: Mariana Tirantte.
Escenografía: Mariana Tirantte.
Diseño de luces: Magali Acha.
Fotografía: Nora Lezano.
Asistencia de dirección: Bettina Rodríguez Agesilao.
Prensa: María Sureda.
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