Por una vez, tenemos que agradecer el hecho de que los derechos de autor sean tan caros. Parece que el coste de los de T. Williams, fue una de las razones por las que Romina Paula llegó a escribir El tiempo todo entero. Su trabajo de escritura y dirección no sólo visita El zoo de cristal, si no que lo revitaliza con una coherencia, resolución y frescura gratamente sorprendentes. No es fácil aproximarse a uno de los dramaturgos más reverenciados y llegar a ese lugar donde se aporta algo interesante. Ojo, no algo "diferente" o pretenciosamente novedoso. Algo sencillo y personal. Si bien la melodía de la obra y la composición de los personajes se sostiene en Williams, la letra y la forma es, sin duda, de Paula. Y en esa inmediata contemporaneidad descansa buena parte de la gracia de esta propuesta.
Destaca, como ya tantos han señalado, el trabajo de la dirección actoral en un elenco sólido y bien equilibrado donde algunos de los personajes juguetean en esa peligrosa zona de la histeria emotiva.
El espacio, la iluminación y la utilería remiten a un afuera - los otros, la ciudad, la infancia - abandonado. Otro tiempo mejor, otro país en el que se vivió, otro que uno fue y que ahora a duras penas reconoce. Todo lo que se tuvo y se fue perdiendo o, simplemente, se convirtió en otra cosa. La vida frágil a punto de quebrarse por casi cualquier cosa. En definitiva, El zoo de cristal.
Texto y dirección: Romina Paula
Actúan: Esteban Bigliardi, Pilar Gamboa, Esteban Lamothe, Susana Pampín
Iluminación: Matías Sendón
Diseño de espacio: Alicia Leloutre, Matías Sendón
Asistencia general: Leandro Orellano
Prensa: Pintos Gamboa
Espacio Callejón. www.espaciocallejón.blogspot.com
Lunes y miércoles, 21hs.