Luciano Rivas



Dibujante, ilustrador. 


¿Cómo te definís profesionalmente?
Hago varias cosas pero creería que más que nada soy dibujante/ilustrador, seguido por una fila de subgéneros.
¿Sabés por qué te dedicás a esto?
Es lo que mejor me salió siempre, aparte de ser lo que más me gusta. Me apasionó desde temprano. No sirvo para trabajar en el puerto o en un taller mecánico, por ejemplo. Ja.
¿Qué disciplinas resultaron fundamentales en tu formación?
La cultura pop del siglo XX. Películas, historietas, libros, la música, la tele, por nombrar las cosas más generales
¿Qué es lo más útil que te ha enseñado tu trabajo?
Imagino que es a abrir mucho mi cabeza, explorar todo tipo de formas y estilos e ir mutando sin quedarme en uno solo. Ir incorporando cosas para hacer más dócil mi laburo. Esto lo implemento en la vida misma, aprender a ser una persona abierta.
¿Y lo más hermoso?
¡Justamente! Lo bueno de poder disfrutar de igual manera, cosas totalmente diferentes.
¿Cuáles considerás que son tus principales fuentes e influencias creativas?
Lo mismo que me formó, básicamente, la cultura del siglo XX.
¿Qué es lo que más te duele a la hora de ejercer tu vocación?
Tal vez, lo difícil que es vivir de esto.
¿Crees haber sacrificado algo importante para dedicarte a esto?
Creería que no. Al menos no tanto como para incluir la palabra “sacrificio”. Mi vida se fue formando en el mismo camino de vivir, nunca tuve una balanza en frente que me diga “elegí: el arte, o esto” .
¿En cuántos proyectos laburaste el año pasado? ¿Todos llegaron a mostrarse o estrenarse?
El más importante fue el proyecto “La gran 7”, en el cual ocho artistas (Alan Dimaro, Ruben Gauna, Juani Navarro, Lula Limón, Cons Kamikaze, Leona Leoni, Gonzalo Varas y yo) publicábamos individualmente a diario una historieta autoconclusiva partiendo de un tema principal semanal. El proyecto arrancó en agosto del 2014, pero finalmente fue en el primer cuatrimestre del 2015 que sacamos el formato físico. El libro recopila esa primera temporada de laburo.
También en simultáneo, publicando semanalmente en la web mi tira autobiográfica “Y yo sin birome para rebobinar el cassette”. La tentación de arrancar otro proyecto historietil, el cual finalmente colgué y solo llegué a hacer el “capítulo piloto” llamado “Vbani De Guerl”, que salió publicado en el fanzine La Gran peste.
Después, bueno, ilustraciones, pinturas y diseños a pedido y también por puro ocio.
¿Cuántos te esperan ahora?
No lo tengo del todo claro en este momento, por lo pronto sigo publicando religiosamente por semana, la tira “Y yo sin birome…”.
Tal vez retome Vbani De Guerl o encare otro proyecto que me viene dando vuelta hace un tiempo. En lo que es “formato físico”, ando con ganas de hacer unas tiradas de un proyecto que terminé hace un par de años que se llamó “Gud As Jel”. Exploraba mucho el estilo de las viejas tiras cómicas basadas en el estilo de Max Fleischer, Merry melodies y toda esa camada dibujos de la primer mitad de siglo, pero con cierta connotación más actual, a veces.
 ¿Cuál es el proyecto al que dedicaste más tiempo hasta la fecha?
Y yo sin birome para rebobinar el cassette”, que ya va por el cuarto año.
¿Cómo lo recordás? ¿Qué hubo de bueno y de malo?
Al ser una historieta autobiográfica, el guión está siempre a la orden del día, eso es bueno. Mi fuente de inspiración es mi propia vida y el suceso más relevante de esa semana que pasó. A veces es algo gracioso, a veces triste, a veces serio o a veces es algo que pasa adentro de mi cabeza y quiero exorcizar.
Arrancó como una especie de terapia, un desahogo personal por todo lo que tenía guardado en ese periodo de mi vida donde no estaba muy feliz. Aparte, hacía ya 8 años que no hacía historietas. Por ese entonces únicamente hacía ilustraciones y pinturas y la idea de arrancar fue después de leer American Splendor y otros comix autobiográficos.
Lo malo por ahí es sentir la responsabilidad psicológica de tener que publicar semanalmente cuando por momentos no tengo ganas por diferentes motivos. Paré durante unos dos meses, porque los tiempos no me daban, y usé eso también para replantearme si realmente quería seguir con la publicación. A fines de diciembre las ganas volvieron así que retomé.
¿Vivís de lo que amás o tenés otra actividad que ayuda a pagar las cuentas?
Lamentablemente, no me alcanza. Cuento con otra actividad.
¿Con qué otras artes te relacionas habitualmente?
Además de hacer historietas, hago ilustraciones, pintura, escultura y música.
¿Qué es lo más absurdo que has hecho por amor al arte?
Pintar un mural en los cimientos de una chanchería abandonada donde se hizo una fiesta electrónica, en el medio de la nada, a las afueras de la ciudad donde vivo (Puerto Madryn). No sé si se puede definir como absurdo, pero fue curioso. Nunca había hecho algo así.
¿Hay algo que no volverías a hacer?
Hacer algún laburo “de onda”, para alguien que no conozco. Cuando me lo recriminan siempre les digo lo mismo “¿vos le pedirías de onda a un albañil que te haga una casa?”
¿Qué estás leyendo?
Lo último que leí fue Pueblo chico de Juani Navarro y Muerta en Buenos Aires de Ruben Gauna, ambos colegas en el mundo historietil y dos artistas que admiro mucho. Estaba por arrancar a leer el diario de Frida Kahlo, que fue un regalo que me trajo mi prima desde México, pero nunca me hago tiempo porque siempre estoy haciendo otra cosa. Tal vez no es el momento.
¿Qué autores recomendás siempre?
Dentro del ámbito en el que me muevo, siempre recomiendo a Robert Crumb, Jamie Hewlett, Charles Burns, Daniel Clowes, Raymond Pettibom y otros que en este momento no se me vienen a la cabeza.


¿Qué películas volvés a ver una y otra vez?
Todas las de Star Wars, la trilogía de Evil Dead, la trilogía de Volver al futuro. Todas las de Tarantino, el cine de acción o fantasía de los 80’s con el cual crecí. Terminator, Predator, Robocop, o clásicos de otras décadas como como las películas de James Dean, Buster Keaton, Harry el sucio, la lista sigue.


¿Qué artistas – de cualquier ámbito - te resultan imprescindibles?
David Bowie, Bob Dylan, Van Gogh, Frida Kahlo, Buster Keaton… Tantos
¿Qué buscás en la gente con la que elegís laburar?
Responsabilidad, códigos.
¿Con quién hablás sobre tu trabajo? ¿Pedís consejo o asesoramiento a alguien de confianza?
Sí, algunas veces les muestro mis laburos a amigos cercanos o colegas que están en la misma que yo. Aunque a veces me pasa de pedir un consejo y hacer exactamente lo contrario a lo que me dijeron.
¿Pedís subsidios para tus proyectos? 
No. Siempre autogestiono mis proyectos, pero no descarto la idea.
¿Por qué?
No sé, nunca se me dio por hacerlo.
¿Por qué vivís en Puerto Madryn?
La vida me trajo de nuevo para acá hace algunos años. Mi vida siempre fue idas y venidas entre Madryn y Rosario. Soy rosarino. Este año podría buscar nuevos rumbos.
¿Hay algún viaje que marcara un antes y un después en tu trabajo?
No viajes, pero si algunas decisiones, como arrancar Bellas Artes en Rosario. Antes de eso únicamente hacía comix.
¿Cuándo te das cuenta de que tenés un nuevo proyecto entre manos?
Cuando termino de atar todos los cabos y creo que puede ser mostrado.
¿Sentís que tenés un sistema personal de trabajo?
Soy mucho más creativo en la noche. Rara vez se me ve haciendo algo durante el día. Mi momento es la madrugada, entre música y mates.
¿Qué hay en tu lista de cosas pendientes?
Publicar más cosas en formato físico y menos en formato digital. Aunque siempre ayuda, no voy a negarlo. Viajar este año.
¿Tenés un panorama claro de lo que vendría siendo tu trayectoria?
No muy claro. Solo sé que trato de meterme en toda rama artística y me alimento de eso para acoplarlo a mi estilo, que es lo que soy hoy.
¿Qué es lo que más te preocupa en tu futuro?
No suelo pensar en el futuro - a pesar que debería- . Soy muy de pensar en lo que me pasa en el momento e ir con la corriente. Si tengo que pensar en algo que me preocupe, serían mi economía y mi salud, tal vez.
¿Qué hacés cuando no estás trabajando?  
Ensayando con mi banda, viendo películas, o craneando algún proyecto, siempre. Ah, también estoy en internet más de lo que debería.
¿Si no te dedicaras a esto qué estarías haciendo?
¡Qué difícil! No sabría qué contestar. Soy tan devoto de esto que no me imagino haciendo otra cosa. Haciendo lo que haga, siempre estaría ligado al arte de una u otra forma.