Natalia Romero







Escritora, docente, librera. 



¿Cómo te definís profesionalmente?
Wow, esta pregunta ocupó gran parte de mis años post carrera universitaria. Estudié Comunicación en la UBA, pero nunca la carrera me marcó el camino profesional. Si me ayudó pero en mi caso fue una búsqueda que aun hoy continúa. La docencia es lo que más me gusta hacer y en lo que quiero crecer, junto con la escritura. Escribir puede ser también una profesión, aceptar eso fue un quiebre con muchas cosas, personales y familiares. Ese fue el comienzo. Me defino como alguien que escribe y como constante aprendiz.
¿Sabés por qué te dedicás a esto?
Porque me animé.
¿Qué disciplinas resultaron fundamentales en tu formación?
Lo que fue fundamental fueron mis maestros y mis lecturas (donde encontré y encuentro grandes maestros y maestras). También hacer talleres, muchos, de teatro, de dramaturgia, de poesía, de narrativa. Comprender las dinámicas de trabajo grupal. Trabajar en la universidad  y en escuelas también.
¿Qué es lo más útil que te ha enseñado tu trabajo?
No sé si puedo pensar en términos de utilidad mi aprendizaje. He aprendido a respetar al otro, a escuchar, a afinar la atención, a confiar.
¿Y lo más hermoso?
Lo más hermoso es todos los días. Es la emoción que hay en lo que hacemos. Dar talleres es trabajar con las emociones como una constante, si no no hay escritura.
¿Cuáles considerás que son tus principales fuentes e influencias creativas?
Muchas. Lo que pasa afuera (el mundo) y lo que pasa adentro (mi mundo). Trato de reunir ese arriba y ese abajo, ese afuera y ese adentro. La poesía es mi fuente.
¿Qué es lo que más te duele a la hora de ejercer tu vocación?
No sé si es dolor, es otra cosa. Puede ser una leve tristeza, y es que que haya quienes no pueden conectarse con su escritura, es como perderse algo de uno mismo.
¿Crees haber sacrificado algo importante para dedicarte a esto?
El sacrificio fue animarme, lo que solté me liberó. Estoy inmensamente agradecida de poder trabajar de lo que elijo.
¿En cuántos proyectos laburaste el año pasado?
En varios, pero uno se concretó con más fuerza. Mi libro de poesía. Y también mi librería, que creció bastante. * 
¿Cuántos te esperan ahora?
Siempre tengo cosas por hacer. Es como un modo de no negar algo que nos pertenece, el movimiento.
¿Cuál es el proyecto al que dedicaste más tiempo hasta la fecha?
Trabajar dando talleres y escribir es un proyecto que nunca me propuse con anticipación o plena conciencia, pero para el que trabajo hace muchos años.
¿Vivís de lo que amás o tenés otra actividad que ayuda a pagar las cuentas?
Vivo de lo que amo. Por eso agradezco siempre.
¿Con qué otras artes te relacionas habitualmente?
Me encanta el teatro.
¿Qué es lo más absurdo que has hecho por amor al arte?
Por amor al arte nada es absurdo, todo vale.
¿Hay algo que no volverías a hacer?
Todo lo que hice, incluso mis peores equivocaciones, me trajeron hasta acá. Aprendí mucho de lo bueno y de lo malo. No cambiaría nada.
¿Qué estás leyendo?
Ahora estoy haciendo una maestría de escritura que me condiciona un poco las lecturas pero las disfruto a pleno. Estoy leyendo El instante de mi muerte de BlanchotCrónicas de Clarice Lispector. También tengo un libro de poemas de Louis Gluck que leo siempre. Junto con la poeta Diana Bellesi, ya que estoy trabajando sobre su obra.
¿Qué autores recomendás siempre?
Héctor Viel Temperley, Diana Bellesi, Francisco Madariaga, Arnaldo Calveyra, Marosa Di Giorgio, María Negroni, Clarice Lispector, Claudia Masin, Paula Jiménez España, Luis Sagasti y Mario Ortiz.
¿Qué películas volvés a ver una y otra vez?
Pocas. No soy de ver una peli dos veces, sino que la veo en dos veces.
¿Qué artistas – de cualquier ámbito - te resultan imprescindibles?
Los que leo una y otra vez. Clarice Lispector, Hélene Cixous, Diana Bellesi.
¿Qué buscás en la gente con la que elegís laburar?
Cuando trabajo con alguien, sinceridad y humildad, pero sobretodo entrega.
¿A qué profesionales de tu ámbito seguís de cerca?
A muchos de los escritores y escritoras que mencioné.
¿Con quién hablás sobre tu trabajo? 
Con amigas, con colegas, con mis maestros, con mi pareja.
¿Por qué vivís en Buenos Aires?
Porque acá estaba algo que me llamaba y además en Bahía Blanca (donde nací) no estaba la carrera que en ese entonces había elegido.
¿Qué hay en tu lista de cosas pendientes?
Entregar mi tesina de licenciatura y aprender a manejar. En las dos ya estoy trabajando.
¿Tenés un panorama claro de lo que vendría siendo tu trayectoria?
No, me cuesta pensar en la palabra trayectoria.
¿Qué es lo que más te preocupa en tu futuro?
Mi aprendizaje es tratar de quedarme lo más que puedo en el presente.
¿Qué hacés cuando no estás trabajando?  
Riego y cuido las plantas.
¿Si no te dedicaras a esto qué estarías haciendo?
No puedo imaginarlo.

* A cien metros de la orilla.