Pasión por la ficción

"Esta pasión por la ficción que hay en Buenos Aires es difícil de conseguir en cualquier otro lugar", afirmaba rotundo Bernardo Cappa en la presentación del libro Detrás de Escena que la editorial Excursiones realizó en el MALBA el miércoles. Fue un encuentro interesante, inspirador y más que entretenido, con varios autores de los catorce ensayos que componen el título. Diciendo esto quiero decir que estuvo lejos de ser una de tantas presentaciones protocolarias, predecibles y aburridas. Hubo suerte. Una vez más, quizá por esa pasión por la ficción que mencionaba Cappa, resultó que el teatro porteño, aun como tema, es capaz de calentar corazones y cabezas. Juan Pablo Gómez, animador inmoderado de la mesa, comenzó celebrando la oportunidad de escuchar/leer la voz de los artistas dedicados al quehacer teatral, ya que normalmente esa palabra queda "secuestrada por la prensa, los críticos" y el superpoblado alrededor al que tantas veces se le otorga la primera y la última palabra.

He aquí algunas de las reflexiones compartidas. Sólo algunas. Y vayan por delante mis disculpas ante la probable inexactitud de las citas. Las rescato hoy de mis garabatos en la agenda del museo.

"Un editor es un lector caprichoso que inventa los libros que quiere leer". Nurtiz Kasztelan.

Kasztelan y Sol Echevarría pergeñaron el proyecto de este libro. Afirmaba con feliz conocimiento de causa.

"La vanguardia está en el cuerpo del actor". "La precariedad generó poética y lenguaje".
Bernardo Cappa.

"Tengo un deseo muy brutal de poder tomar "la casa de los abuelos". (Léase, Teatro San Martín). Matías Feldman. 

"Es imposible caracterizar el ambiente teatral de hoy día en Buenos Aires. (...)
En el debate de cuánto tiene de bueno o de malo la precarización, yo siempre ocupo el raro lugar del optimista. (...) No sé cuál sería ese gran funcionario, ese gran genio regulador de la actividad teatral que algunos parecen esperar". Agustín Mendilaharzu.

"El pacto es la terquedad. Vamos a hacer otra obra, vamos. Y otra. Y otra".
"El pacto es que cada obra sea muy distinta a la anterior y que cada una deba actuar algo muy distinto a lo anterior también".
"Todo se puede, todo es discutido. Eso también es el pacto".
Piel de Lava. 

"No creo que haya lugar para todos en el teatro. No lo hay. Las personas se hacen lugar".
"Este es "el cuatrimestre de clown", yo tengo a algunos que los llamo así".
Maruja Bustamante. 

"Ningún ambiente artístico en el mundo es los Pitufos".
"Con toda su suciedad y desprolijidad, el teatro tiene unos mecanismos mucho mejor regulados que otros ambientes".
"En última instancia lo que nos legitima es hacer una buena obra".
"Tenemos una delicada suerte los que estamos acá".
Agustín Mendilaharzu.

"Nosotros no somos los nuevos, ya fue. Lo nuevo se debe estar gestando ahí fuera. Esto también nos debe dar bronca".
"Hago lo que me da la gana en la medida que puedo".
"Son estos años, no sé hasta cuándo va. Tengo que hacer lo que me de la gana".
"Pendemos de un hilo, tenemos fecha de vencimiento".
"Yo también tengo mi propia bronca, una bronca que parece que no le importa a nadie. Es mía. También con eso hago teatro".
"No sé, para cuando nos queramos acordar ya estamos muertos".
Alberto Ajaka. 

"El fenómeno del teatro independiente lo estudian, vienen de Europa, tratan de reproducirlo en otro lado y no les sale. No les sale porque las condiciones de su ecosistema son otras, no sale".
Agustín Mendilaharzu. 

"Podemos vernos como una figura melancólica porque seguimos haciendo cosas sin dinero y pese a que no nos llamen, o vernos como héroes porque seguimos haciendo cosas sin dinero y pese a que no nos llamen". Mariana Obersztern.

"Deberíamos tomar el San Martín. Así como hicimos un teatro independiente enorme, deberíamos poder canalizar toda esa energía en convencer al Estado de que se haga cargo de ese producto único en el mundo". Matías Feldman. 

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Unas pocas perlas descontextualizadas que no hacen justicia a lo que sucedió.

Me fui pensando que nos haría muy bien encontrarnos una vez al mes, una vez cada tanto... Una vez. Encontrarnos en una suerte de asamblea donde nos escuchemos más seguido. Sin pretender convencer al otro. Escuchando nomás. Qué nos pasó, por qué hacemos esto, por qué elegimos hacerlo, hasta cuándo podremos con ello, cómo se sostiene un ideal en ese horizonte mentiroso mientras la vida nos atropella y se nos pasa.

Salí del MALBA sientiéndome menos sola en este epicentro de terremotos ficcionales que es Buenos Aires. Quizá fue eso lo que Borges pispeó en su "Aleph", ese maremágnun de (im)posibles relatos nos hace caminar por sus calles deseando ser una voz en off digna de Mariano Llinás.

Busquen y lean Detrás de escena.
Ed. Excursiones.
Muchos y capos autores.