La jornada del músico. Erik Satie.

El artista debe regular su vida.
Aquí tienen el horario detallado de mis actividades diarias:

Me levanto a las 7.18; inspirado de 10.23 a 11.45. almuerzo a las 12.11hs. y me levanto de la mesa a las 12.14hs.
Saludable paseo a caballo, en el fondo del parque: de 13.19 1 14.53hs.
Otra inspiración: de 15.12 a 16.07hs.
Ocupaciones diversas: (esgrima, reflexiones, inmovilidad, visitas, contemplación, destreza, natación, etc.) de 16.21 a 18.47hs.
La cena se sirve a las 19.16 y se termina a las 19.20. a continuación, lecturas sinfónicas en voz alta: de 20.09 a 21.59hs.
Me acuesto normalmente a las 23. 37hs. Una vez por semana, despertar sobresaltado a las 3.19hs.(los martes).
Sólo como alimentos blancos: huevos, azúcar, huesos rallados, grasa de animales muertos, ternera, sal, coco, pollo cocido en agua blanca, mohos de fruta, arroz, nabos: morcilla alcanforada, pastas, queso (blanco), ensalada de algodón y algunos pescados (sin piel).
Me hiervo el vino, que bebo frío con zumo de fucsia. Tengo apetito: pero no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme.
Respiro con cuidado (poco cada vez). bailo muy raras veces. Cuando ando, voy por los lados y miro fijamente atrás.
Muy serio de aspecto, se me río es sin querer. Y siempre me disculpo por ello con educación.
Sólo duermo con un ojo: tengo un sueño muy duro. Mi cama es redonda y perforada por un agujero para que pase la cabeza. Cada hora, un criado me toma la temperatura y me pone otra.
Desde hace tiempo estoy abonado a una revista de moda. Llevo un gorro blanco, medias blancas y un chaleco blanco.
El médico me ha dicho siempre que fume. A sus consejos añade: Fume, amigo, si no, fumará otro en su lugar.

Erik Satie. Memorias de un amnésico.
Revista La danza del ratón nº 16, junio 1999. pp. 13 – 18.